Las vitaminas del grupo B son un conjunto de vitaminas relacionadas con el metabolismo celular. Algunas de ellas son:
Vitamina B1 o tiamina
Está presente en cantidades muy pequeñas en el organismo. La tiamina es necesaria para el metabolismo de los hidratos de carbono en las células. Una falta de tiamina en la alimentación, provoca síntomas de deficiencia en pocos días. La tiamina se encuentra en pequeñas cantidades en casi todos los alimentos, excepto en el azúcar refinado, las grasas y aceites. Todos los tipos de harina, piensos, guisantes y carne magra de cerdo contienen grandes cantidades de tiamina.
Vitamina B2 o riboflavina
Esta vitamina se encuentra en la mayoría de alimentos vegetales y animales, ya sea en forma libre o unida a fosfato. La necesidad de riboflavina aumenta en momentos de alto gasto metabólico y por lo tanto es importante contar con un suministro adicional durante estados febriles y la infección. La leche y el queso son alimentos con alto contenido de esta vitamina.
Vitamina B12 o cianocobalamina
La cianocobalamina y el ácido fólico, o vitamina B9, son vitaminas que están implicadas en la prevención de la anemia. La ausencia de cianocobalamina provoca malformación de los hematíes, además de una reducción en el número de plaquetas y leucocitos. Por ello se recomienda a las mujeres que aumenten la ingesta de ácido fólico antes y durante el primer trimestre de embarazo. De esta forma se previenen defectos del tubo neural en el feto.
Para la función normal de las células de nuestro organismo se necesitan cantidades muy pequeñas de cianocobalamina. La falta de esta vitamina está asociada con la anemia perniciosa. Esta enfermedad es causada, más que por una falta de la vitamina en la alimentación, por una dificultad del organismo para absorberla.
El nivel de vitamina B12 en la sangre se ve reducida en personas de edad avanzada. La reducción es causada a menudo por una mala absorción, y el tratamiento consiste en la administración de la vitamina por vía intramuscular.
Sólo se encuentra en alimentos de origen animal, por lo que los vegetarianos están expuestos a las enfermedades carenciales de esta vitamina. Sin suplemento, las reservas pueden durar de 5 a 10 años.
La col rizada, espinacas, brócoli, perejil, coliflor, repollo y lechuga son alimentos con altos niveles de cianocobalamina y ácido fólico.