El consumo de energía varía en función del sexo, la edad y la actividad física. Para un individuo que quiera mantener el peso, la ingesta de energía debe ser igual a la demanda del organismo.
La ingesta promedio por día es de:
- Mujeres: de 7,5 a 12,2 milijulios.
- Hombres: de 8,8 a 15,2 milijulios.
Estos valores son sólo de referencia, ya que existen muchos factores individuales que pueden influir.
Los requerimientos de energía son generalmente más bajos en las personas mayores que en personas más jóvenes. En individuos enfermos la fiebre afecta al metabolismo. Por cada grado que aumenta la temperatura del cuerpo, el metabolismo energético se eleva aproximadamente un 10%. La ingesta del anciano enfermo no debe ser inferior a 24 kcal/kg de peso corporal y por día. El consumo de energía por encima o por debajo de las necesidades del organismo va a suponer a medio o largo plazo consecuencias negativas para la salud.