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El diálogo en la dieta es una conversación entre el profesional de enfermería y el paciente, donde el primero ha de tener claro qué elementos debe revisar y documentar. Para muchos pacientes hablar de lo que comen es algo personal. En general, la gente de hoy en día tiene suficientes conocimientos acerca de la nutrición, sin embargo en muchas ocasiones no los ponen en práctica.
Antes de empezar, hay que tratar de conseguir una buena relación con el paciente, dedicando un tiempo para crear un clima de confianza.
Es importante tener clara la finalidad de este diálogo y saberlo explicar bien al paciente. La conversación ha de permitir al profesional de enfermería obtener la información que necesita a partir de preguntas adecuadas
Hay que realizar preguntas abiertas sobre qué, cómo y por qué se come. El objetivo del diálogo de la dieta es ofrecer propuestas, y de este modo ayudar al paciente con pequeños cambios en su rutina alimenticia. Las preguntas pretenden obtener información acerca de su vida, lo que es importante para ellos, si tienen tiempo para comer reposadamente o lo ocupado que está durante la jornada laboral.
Se pretende obtener la historia del paciente, los eventos que han sido significativos en el pasado. También es importante recoger información sobre las enfermedades que ha sufrido, como por ejemplo la enfermedad celíaca, apoplejía, Parkinson, demencia, alergias, o diabetes, el uso de medicación y los efectos secundarios que le producen, como náuseas o problemas digestivos, el estreñimiento o la diarrea, la incontinencia…
Hay que averiguar si el paciente ha sufrido una gran pérdida de peso o si está en riesgo de desnutrición. Hay que tener en cuenta que podemos encontrarnos con pacientes con diversos trastornos de la alimentación y que es importante ir con cuidado para detectarlos.
Existen una serie de factores importantes a tener en cuenta al iniciar una recopilación de datos sobre el estado nutricional:
- Historial médico del paciente
- Medicamentos
- Enfermedades
- Las condiciones de la cavidad oral
- El apetito, hábitos alimenticios y número de comidas diarias
- La ganancia o pérdida de peso
- Condición física y actividad.
Existen otros factores no sanitarios que también pueden influir, como la economía.
Por último, se debe hacer un resumen sobre la conversación y concertar una nueva cita con el paciente.
