6.2.3 Enfermedades relacionadas con la nutrición en personas de edad avanzada Listen

Existen algunas enfermedades que pueden dificultar la nutrición en los ancianos. Seguidamente vamos a describir varias de las enfermedades que podemos encontrar con más frecuencia.

El Parkinson hace que las personas que lo padecen necesiten más tiempo para comer, ya que la comida es transportada lentamente a través del esófago. Además, los temblores de las manos pueden provocarles dificultades a la hora de ingerir los alimentos.

Los infartos también afectan a la nutrición. Entre el 50 y 80% de los pacientes que han sufrido un ictus tienen posteriormente problemas de alimentación. Una de las razones puede ser por dificultades y parálisis en la deglución.

La apraxia supone una incapacidad de ejecutar movimientos coordinados sin que exista una causa de origen físico. Por ejemplo, el paciente puede estar sentado y ver la comida sin ser capaz de empezar a comer por no ser capaz de utilizar los cubiertos. La apraxia del habla es una disminución de la capacidad para mover la boca de forma voluntaria. Esta discapacidad es un problema común en los pacientes que han sufrido un ictus o tienen demencia.

La agnosia es un deterioro de la capacidad para reconocer e identificar las sensaciones que llegan a través del olfato, el gusto y el tacto. Los pacientes con agnosia no distinguen entre lo que es la comida y lo que no lo es. Por ello, puede ser que estos pacientes se pongan cosas no comestibles en la boca. Además, con frecuencia estos pacientes tienen problemas con los cubiertos.

Algunos pacientes con demencia pueden tener dificultades para afrontar momentos de estrés. El exceso de estímulos puede confundirlos. En estos casos puede serles de ayuda tapar la visión con un paño oscuro para así reducir las sensaciones. Es importante de cara a estas personas esforzarse por transmitirles tranquilidad, recomendando no comer y hablar al mismo tiempo, y de este modo centrarse en la alimentación.